El método de conservación mas económico de
frutas, sobre todo para manzanas, ciruelas, albaricoques y uvas
es la eliminación del agua de la fruta por desecación,
lo que hace que se conserve durante más tiempo y no haya
que consumirla recién recolectada.
Las
frutas desecadas contienen alrededor de un 20% de agua, 3% de
proteínas, 70 a 5% de glúcidos asimilables y 3 a
5% de fibras. Son, por tanto, alimentos ricos en energía
y minerales, y si la deshidratación está bien realizada,
constituyen una excelente fuente de vitamina A y C.
La
desecación o deshidratación a la que son sometidas
algunas frutas frescas es una operación destinada a reducir
al máximo su contenido de agua, lo cual se lograr en industria
mediante la combustión de combustibles (líquidos
o gaseosos) en sistema indirecto de calentamiento de aire o bien
con quemadores de gas Natura en vena de aire.
Los
secaderos Layma® garantizan buenos resultados, al permitir
regular la evaporación de manera progresiva, pudiendose
variar progresivamente bien la temperatura del horno bien el tiempo
del proceso.
Las
temperaturas de funcionamiento varían entre 45ºC y 70ºC, según
la clase de fruta tratada.
Con
el secado artificial la operación puede durar hasta 10 horas;
mientras que al aire libre hay que contar con un mínimo de 6 días.
El
secador se fabrica en dimensiones acordes con el nivel productivo
previsto, debidamente aislado con un sistema de generacion de
aire caliente anexo a él con quemador tipo monobloc para combustibles
tanto líquidos como gaseosos.
Mediante
un sistema de ventilación por canalizaciones dispuestas a ambos
lados del secadero se introduce desde abajo el aire caliente,
Dado el sistema de calentamiento de aire indirecto se posee dos
evacuaciones de gases independientes del horno. Una chimenea con
los gases propios de la combustión y una segunda conducción al
exterior del vapor de agua evaporado dentro del secador- mediante
bien tiro natural o tiro forzado mediante sistema de extracción
venturi.